El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, ha sido condenado a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de soborno y fraude procesal, en el conocido como “juicio del siglo”. La sentencia también lo inhabilita para ejercer cargos públicos durante ocho años.
A pesar del fallo, Uribe, de 73 años, anunció que no se retirará de la vida política y que continuará luchando por lo que considera “una Colombia libre de la consolidación de una dictadura neocomunista”. Su partido, el Centro Democrático, ya convocó una movilización nacional en su defensa para el 7 de agosto, a un año de las elecciones presidenciales de 2026.
La condena ha intensificado la polarización política en Colombia. Desde el uribismo se denuncia una persecución judicial con fines políticos, mientras sectores del Pacto Histórico destacan la importancia de que nadie esté por encima de la ley.
El proceso contra Uribe se remonta a 2012 y tomó un giro en 2018, cuando la Corte Suprema pasó de investigar al senador Iván Cepeda a abrir un caso contra el propio Uribe por presunta manipulación de testigos. La defensa del exmandatario ya anunció que apelará la decisión ante el Tribunal Superior de Bogotá.
En medio de este clima tenso, el uribismo endurece su discurso y se alista para una nueva batalla electoral en 2026, con Uribe aún como figura central.
Fuente: El País